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EL INTERMEDIARIO

Profesionales

¿Mejor?

Los proveedores del sector público seguimos igual…nuestra situación no mejora…cada vez nos pagan más tarde…si nos pagan.

Ayer, SEOPAN, asociación que reúne a las mayores constructoras de obra pública españolas publicaba unas cifras aterradoras: El conjunto de las administraciones públicas les está pagando, en media, a 157 días, cuando la Ley de Contratos del Sector Público de 2007, especifica claramente que el pago debe hacerse dentro de los 60 días siguientes a la factura o certificación:

Art. 200. 4.- La Administración tendrá la obligación de abonar el precio dentro de los sesenta días siguientes a la fecha de la expedición de las certificaciones de obras o de los correspondientes documentos que acrediten la realización total o parcial del contrato, sin perjuicio del plazo especial establecido en el artículo 205.4, y, si se demorase, deberá abonar al contratista, a partir del cumplimiento de dicho plazo de sesenta días, los intereses de demora y la indemnización por los costes de cobro en los términos previstos en la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. Cuando no proceda la expedición de certificación de obra y la fecha de recibo de la factura o solicitud de pago equivalente se preste a duda o sea anterior a la recepción de las mercancías o a la prestación de los servicios, el plazo de sesenta días se contará desde dicha fecha de recepción o prestación.

Segregando por tipo de administración, la Central paga a 140 días, la autonómica a 155 y, por fin, los ayuntamientos a ¡¡¡ 238 !!! días…Tiene “gracia” el asunto porque la ley vigente propone que las CCAA podrán reducir el plazo de pago:

Art. 200.8.- Las Comunidades Autónomas podrán reducir los plazos de sesenta días, cuatro meses y ocho meses establecidos en los apartados 4, 5 y 6 de este artículo

Para que todos nos hagamos una idea de la magnitud del problema, la deuda vencida ( > 60 días) de la administración con las constructoras es de 16.500 millones de euros prácticamente lo mismo que el PEI (Plan Extraordinario de Infraestructuras), proyecto “estrella” del Ministerio de Fomento para los próximos 5 años, valorado en 17.000 millones de euros.

Pero todavía peor que las constructoras, estamos los que les vendemos diferentes productos porque, aunque es verdad, que cobran muy tarde sus facturas y tienen costes que tienen que pagar mucho antes como son los de personal, no lo es menos que empresas como en la que yo trabajo, cuando vendemos al sector público estamos en las mismas condiciones que los ACS, FCC, Sacyr, etc., pero cuando vendemos a todos esos contratistas, su periodo medio de pago está alrededor de los 200 días.

Por decirlo de alguna forma, en la clasificación de esa gran “Liga de Morosos”, están situados entra las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Por otro lado y como sabéis, pues ha sido comentado aquí, está en proceso de aprobación la llamada Ley de Morosidad que obliga a reducir los plazos de pago, de las administraciones del Estado, de 60 a 30 días.

A la vista de estos datos, a mí, se me antoja imposible que estos morosos profesionales reduzcan sus plazos de pago a 30 días (60 en el caso de las empresas privadas) que, por otra parte, son los estándares en el resto de los países de la UE.

Esta situación ha conllevado, en el pasado, un aumento en el gasto por intereses (los bancos siempre ganan), una reducción de beneficios y una disminución de liquidez en las empresas, pero, hoy día, con la coyuntura actual, el retraso en los cobros nos está amenazando la supervivencia y los concursos de acreedores aumentan y aumentan…

Finalmente, sólo un apunte más: Todos los datos aquí mencionados son del año 2008 y, desde entonces, ya sabemos cómo han ido las cosas del pagar…No han ido, precisamente, a “Mejor”

Muy buena noticia

Ayer se aprobó en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso de los Diputados, la Ley de Morosidad que reducirá, una vez entre en vigor, los plazos de pago a proveedores por parte de administraciones públicas y empresas.

Así, en el caso de las primeras deberán pagar en 30 días mientras las segundas tendrán que hacerlo en un máximo de 60.

Esto supone una importante mejora para las empresas, especialmente las relacionadas con las obras y servicios públicos como en la que yo trabajo, que llevamos años (en mi caso, muchos) reclamando la reducción de unos plazos que nos martirizan al incrementar de forma tremenda los gastos financieros.

Para quienes no estéis en este mundo hostil de la construcción y similares, os cuento que nuestros plazos de cobro actuales son los siguientes:

  • Grandes Empresas: 180-240 días
  • Administraciones: 60-500 días
  • Otras empresas: 90-180 días

Y estos plazos hay que tomarlos desde que “conforman” (odiosa palabra) la factura…lo que puede implicar un mes o dos más de retraso.

Estos periodos tan dilatados de pago generan, además de gastos, otras malas consecuencias para las empresas como la saturación de nuestras líneas de descuento o las salvedades en informes de auditoría que dificultan y encarecen nuevas líneas de financiación… Y es que no es fácil convencer a un auditor de que un cliente al que le facturaste en un mes determinado no te haya pagado 7 meses después y que eso esté dentro del plazo “aceptado”.

Habrá un “periodo de adaptación” que terminará en 2013 para llegar a los respectivos 30 y 60 días que esta ley marca, pero, como los plazos iníciales para este año son de 55 días para la Administración y 85 para las empresas, comparando con nuestra situación actual la mejora ya es importante.

Los cálculos más realistas nos dicen que las PYMES vamos a tener 10.000 millones de euros más para financiar nuestras inversiones y, en situaciones como la actual, para nuestra supervivencia. Estos 10.000 millones los tendrán que obtener las administraciones y grandes empresas de los bancos, en vez de financiarse como, hoy día, mediante el crédito de proveedores.

Espero que la aplicación de la ley sea tan rigurosa como prometen porque, de verdad, que la noticia es muy buena.

Sin mejora en lo fundamental

Artículo publicado por Agustín Marco en El Confidencial:

 

"Salvo pacto entre las partes” es la coletilla que el PSOE no quiere eliminar de la nueva Ley de Morosidad que se votará el próximo 23 de marzo en la Comisión de Industria. Una frase que pone en jaque a las empresas auxiliares de la construcción, que emplean 270.000 trabajadores y facturan 60.000 millones de euros. Todos los partidos están a favor de quitar esta posdata, menos el que Gobierno.

 

La nueva normativa supone reducir de 90 a 60 días los pagos entre las empresas y de 60 a 30 los abonos en los contratos con las administraciones. Una buena noticia si no fuera porque el texto mantiene lo de “salvo pacto entre las partes” que deja en manos del contratista la fecha en la que hace frente a las deudas con sus proveedores. En la industria de la construcción, el plazo supera los 210 días, según asegura José Miguel Gil, presidente de la Federación Empresarial de Distribución del Cemento y Materiales de la Construcción (Fedcam).

 

Gil se ha reunido en las últimas semanas con la mayoría de los partidos políticos, entre ellos el PSOE, el PP, CIU y el resto de organizaciones nacionalistas. Todos le han dado su apoyo verbal, con la excepción del grupo que manda en el Congreso. “Me han comentado que quieren buscar un consenso para hacer una ley que ayude a un cambio de cultura, pero dudo que eso se pueda conseguir”. En su opinión, el partido presidido por José Luís Rodríguez Zapatero está dando largos a la modificación de esa coletilla por la presión de los grandes grupos de la distribución –especialmente El Corte Inglés, Carrefour, etc…- y de la construcción, contrarios al cambio de la normativa porque les provocaría un grave problema de circulante.

 

Gil habla en primera persona de cómo y cuánto está sufriendo este sector el desplome de la demanda y los efectos sangrantes de la actual ley de la morosidad. “Si no cobramos en un periodo de tiempo razonable, las empresas no pueden pagar a los empleados porque están estranguladas financieramente hablando”, argumenta Gil, presidente de Grupo Forte, una de las empresas más grandes del sector.

 

Forte, cuyo principal accionista es Quilitas Equity Partners, la firma de capital riesgo de la familia Polanco, llegó a tener más de 600 empleados. Hoy, la plantilla no llega a 300 porque la compañía, que está saneada desde el punto de vista financiero, ha tenido que ajustar la producción. Gil asegura que más de 80.000 trabajadores de este sector se han visto afectados por medidas traumáticas, ya sean de reducción de jornada, de expediente de regulación de empleo (ERE) o de despidos directos.

 

Fedcam agrupa a un total de 15.000 empresas, la mayoría con un número de trabajadores que no supera la veintena. “Y viven al día”, asevera Gil, que se teme que la redacción de la nueva ley pueda traer consigo la desaparición de muchas de ellas. “Si se mantiene la frase salvo pacto entre las partes seguiremos cobrando a más de 200 días y eso es la muerte segura”, sentencia.

 

El presidente de esta asociación relata cómo se están repartiendo los escasos contratos de obra pública o de edificación que salen a concurso. “El subcontratista subasta los pedidos con los precios tirados y siempre hay alguno que acepta porque le interesa facturar. Se acuerda el pago a más de 200 días con contratos de más de 100 folios en los que el proveedor pone en juego todas sus garantías. Y después –espeta- las pasa canutas para cobrar”.

 

Gil explica que los bancos aceptaban antes estos contratos como futuros pagos, por lo que daban liquidez a las empresas. Hoy, exclama, ya no es así. “No se fían de la construcción porque ya tiene bastante clientes morosos. Estamos estrangulados”, agrega.  Según sus cálculos, la reducción real del plazo de pago a 60 días supondría desbloquear el cobro de obras por más de 1.700 millones de euros, lo que daría mucha vida al sector.

 

Desde que comenzó la crisis, la construcción ha visto como se han perdido cerca de 800.000 empleos, una cifra que podría incrementarse en otros 100.000 si desaparecen las empresas que forman parte del último eslabón de la cadena y que no dispone de liquidez para subsistir en las condiciones actuales. Desde el área inmobiliaria de los principales bancos españoles se explica que están adjudicándose muchas obras que no se han podido acabar porque los subcontratistas no han tenido dinero para pagar los materiales y los trabajos. “Es la nueva oleada de morosidad que se avecina”, asevera.

 

Hoy mismo, he estado negociando, personalmente un contrato y el cliente se niega a bajar su plazo de pago de los 210 días…En Europa, los plazos máximos son de 60 días y, generalmente, menos.

 

Al final, como casi siempre, el Gobierno quiere presumir de haber mejorado la situación pero, en realidad, los puntos importantes los deja igual…Quiere coger peces sin mojarse el culo

Las matemáticas no mienten

Para los que trabajamos en empresas industriales que ejecutan obras con sus productos para las administraciones locales como cliente final, los fondos estatales, FEIL en 2009 y FEESL en 2010, aprobados para los ayuntamientos nos están ayudando a mejorar nuestros resultados.

En lo que ya no estamos tan de acuerdo es en los criterios aprobados para la adjudicación de los proyectos ni en las cifras que facilita el Gobierno para darse autobombo sobre el éxito ¿alcanzado?

Así, dice el ministro Chaves - ¡es increíble que este tío siga todavía ahí! - que con el FEIL se generaron, en 2009, 426.000 puestos de trabajo directos.

Por si no lo recordáis ese fondo estaba dotado con 8.000 millones de euros y estaba destinado a obras de diferente índole dentro de los municipios correspondientes.

Vamos a hacer unos números…

Si descontamos el IVA, incluido en la dotación, nos quedamos en 8.000 / 1,16 = 6.896 millones de euros.

Para los no versados en estos negocios, hay que descontar también el porcentaje de gastos generales y beneficio industrial que corresponde al contratista y que, normalmente es, sumando ambos conceptos, del 19%, por lo que nos quedan 6.896 / 1,19 = 5.795 millones de euros para ejecución material.

Si dividimos esta cifra por el número de trabajadores que el ministro menciona, nos encontramos con que el dinero gastado en cada puesto de trabajo ha sido de 5.795 / 426.000 = 13.600 euros por trabajador.

Como todos sabemos, el coste de la seguridad social representa, aproximadamente, un tercio del coste total, por lo que el sueldo bruto de cada trabajador sería: 13.600 / 3 = 9.070 euros.

Pero, amigos míos, habíamos quedado en que el FEIL era un fondo para hacer obras, por lo que son necesarios movimientos de tierras, materiales, etc. y, en la mayoría de las obras, el gasto de personal no representa ni el 25% del presupuesto de ejecución.

Luego, las cifras anteriores tendríamos que dividirlas, al menos, por 4, lo que nos dejaría un salario bruto por puesto de trabajo generado de unos 2.300 euros, lo que representa el trabajo de una persona, como mucho, de 3 meses.

¿Esto quiere decir que el ministro miente como tantas otras veces? Pues no exactamente... lo que ocurre es que hace los números como le conviene.

Lo que pasó fue lo siguiente: Como criterio de adjudicación puntuaba mucho la contratación de personas procedentes del paro; es decir, a más personas contratadas, más puntos en el concurso y el único justificante a presentar a la Administración era el contrato de trabajo.

La consecuencia inmediata fue que las empresas se han presentado a las licitaciones con mucho más personal del necesario y, así, por ejemplo, si para hacer una pista de pádel se necesitaba un equipo de 4 personas, la mayoría de empresas declararon en su oferta que la harían con un equipo de 15 ó 20.

Me diréis que esto habrá dado lugar a un incremento de coste que habrán tenido que asumir las constructoras porque no había posibilidad de gastar más que lo que el FEIL aportaba…Pues no, lo que se hacía era la pista de pádel con las 4 personas necesarias y al resto de los trabajadores “prometidos” se les contrataba por la mañana y se les despedía por la tarde, con un coste mínimo y, luego, se llevaban los contratos de alta y nadie preguntaba por cuando se había dado la baja.

Sólo algunos ayuntamientos más listos (o más honrados) han tomado como criterio de adjudicación las jornadas de trabajo en vez del número de trabajadores contratados.

Así que de 426.000 empleos, nada, porque muchos han durado menos de un día y, lógicamente, de sostenibilidad, palabra con la que se les llena la boca, menos.

Y es que como decía una canción de cuando yo era niño, Chaves nos quería convencer de el FEIL incluía hasta “un perrito que cantaba A-chi-li-pú”…

El Mundo, el Demonio y la Carne

Cuando yo era niño, se aprendía que los enemigos del alma eran el mundo, el demonio y la carne.

Hoy, mirando las perspectivas económicas para el año 2010, se intuye que las cosas pueden ir un poquito mejor que en 2009 y que la recuperación puede llegar a lo largo del año. Pero, al igual que el alma, la economía tiene sus tres enemigos y todo parece indicar que nos van a atacar sin piedad.

El primer lugar, parece claro que los bancos van a continuar enrocados y no van a dar créditos a las empresas. Aquella explicación que me dio un profesor del IESE de que una empresa tiene en su pasivo un poco de dinero que ponen los socios y mucho dinero que debe a todos los “incautos” (bancos, proveedores, etc.) que han confiado en esos socios mientras que en el activo tiene, también, un poco de dinero en la caja y un montón de “estados indeseables de la caja” (stocks, clientes, etc.) parece ya lejana en el tiempo y aquellos “incautos” son menos arriesgados que nunca. Los bancos prefieren comprar deuda pública y bonos de grandes empresas con poco riesgo y, eso sí, baja rentabilidad, pero como el dinero se lo están dando los bancos centrales “gratis”, el negociete marcha bien.

El segundo enemigo de la recuperación parece claro que será el aumento de los tipos de interés, además de la eliminación de esas “masas ingentes de liquidez” que se han facilitado al sistema financiero.

Y el tercero que, en mi opinión, es el peor porque no se ajusta sólo a principios económicos, es la actuación de los gobiernos, que han aumentado su déficit hasta límites sin precedentes, mientras emitían deuda como una máquina de churros. Como, sí o sí, estos desequilibrios habrá que corregirlos, lo que nos vienen son dos políticas que afectarán negativamente a la expansión económica: el aumento de impuestos y la reducción del gasto público. En España, concretamente, dada estructura administrativa, nos subirán los impuestos por todos los lados (locales, regionales y nacionales) y se recortará, básicamente, la inversión pública porque “eliminar” funcionarios no parece que sea un camino que se vislumbre.

Y con este panorama, cuáles serán los sectores que mejor “vivirán”: Probablemente, los subvencionados (automoción, agricultura, etc.), los que menos dependan del endeudamiento externo, ya que habrá poca pasta y cada vez más cara (los “nanonegocios”, pequeñas empresas de fuerte base tecnológica donde inversores individuales o empresas de capital riesgo quieran “jugar”) y, quizás, si Europa mejora, el turismo.

Y a ver si hay suerte y no se vuelven a reunirse un montón de “payasos” en Copenhague para hablar del “calentamiento global” que lo único que han conseguido es que se desate un terrible “ola de frío” mundial que ha perjudicado seriamente al turismo durante las navidades.

Por el lado de los peores sectores, encontraríamos a los muy intensivos en capital (fabricantes de aviones) y, en España, los que tienen una parte muy importante de sus ventas en el sector público porque habrá menos inversión y, además, las administraciones pagarán ¡todavía! peor.

En recuerdo de Los Brincos, que “sacaron” un LP, ya en su última época, llamado “Mundo, Demonio y Carne”, os dejo el video de una de las mejores canciones del grupo de Fernando Arbex.

Reflexión Navideña

Mi amigo Alvaro Arias, Socio Director para España de Neumann International, una de las consultoras más importantes del mundo en selección de directivos, ha escrito un artículo, en diarioabierto.es,  sobre la situación actual de la clase directiva y sus posibilidades para el futuro próximo, que reproduzco por su interés y, también, por la coincidencia de diagnóstico y solución que mantiene con mis opiniones vertidas en este blog en varios posts como Directivos sin trabajo...¿Qué hacer? , que publiqué hace solamente un mes.

Internet ofrecerá las grandes oportunidades de contratación en 2010

Se están empezando a ver atisbos de recuperación, sobretodo en algunos países europeos como Alemania y Francia, mercados en los que existe una mayor predisposición de la banca a la financiación. Sin embargo, como sabemos, en España la recuperación va a ser más lenta: la subida de tipos de interés hará más cara la financiación en el peor momento y las ayudas de los bancos centrales se pararán restringiendo la liquidez. Como consecuencia las pymes que han conseguido llegar a duras penas hasta hoy van a pasar otra dura travesía durante el 2010. Gran parte de nuestro tejido empresarial está formado por estas empresas.

Durante el año 2009 hemos recibido más directivos en paro que nunca. Esta es una de las diferencias más reseñables con otras grandes crisis del pasado donde la clase trabajadora era mayoritariamente la que sufría las consecuencias del desempleo. Los directivos en paro provienen de todos los niveles, geografías, sectores de actividad y cualificación profesional. El talento que se encuentra en estos momentos en la calle es de una enorme magnitud, sin precedente en la historia y a escala mundial.

Debemos ser conscientes que muchos ex-directivos jamás volverán a incorporarse al mercado ejecutivo. Por otra parte, a los más jóvenes y a los recién licenciados les constará más incorporarse al mercado laboral. Los afortunados que no han perdido su trabajo tienen que trabajar a destajo para suplir el vacío creado por los despedidos. Se trata de un escenario que pone el talento a prueba.

Desde una perspectiva alentadora, debemos tener en cuenta que la experiencia y la formación son activos inherentes al directivo que le acompañarán a lo largo de su vida, por lo que forma parte de su patrimonio personal. Tomar conciencia de esto es crítico. El mundo no se acaba por no tener un puesto directivo en una gran empresa. Visto así, el momento que estamos viviendo es una gran oportunidad para aquellos que, libres de sus jaulas de oro, tomen conciencia de su talento y sean capaces de reinventarse.

Para los que lo consigan, el futuro laboral será más libre, más emprendedor, más creativo, con mayor potencial, más equilibrado y generará mayor valor a la empresa y a la sociedad.

Oportunidades y perspectivas para el 2010

Durante el 2009 se han producido muchos procesos de re-estructuración tanto en el área financiera como de negocio. La demanda de puestos directivos se ha centrado en gestores del cambio muy orientados a resultados. Las áreas más demandadas han sido principalmente Dirección General y Dirección Financiera para los sectores industrial y de servicios intensivos en capital.

A lo largo del año 2010 la demanda de talento se centrará en el área comercial, desarrollo de negocio, marketing y canales alternativos como Internet. El motivo es que las empresas ya han agotado todas las posibilidades para ajustar al máximo los costes y ahora se centrarán en tratar de maximizar los ingresos. Se potenciarán también áreas que flexibilicen la cuenta de resultados como el outsourcing; el CRM como vía de retención de clientes y venta cruzada; las alianzas como vía de penetrar nuevos mercados, comercializar otros productos o generar canales de distribución alternativos.

Tendencias

Un sector que está recuperando su importancia es el mundo digital, concebido no solo como un canal de comunicación (Internet), sino como un espacio virtual en donde todos estamos implicados... El motivo son las enormes posibilidades que ofrece por su flexibilidad, alcance global, capacidad de innovación y crecimiento, creatividad ilimitada, interactividad y capacidad de potenciar los negocios existentes. Las posiciones más relevantes en este campo están de la mano de la innovación, el desarrollo del negocio, la dirección estratégica y el marketing online. Este nuevo entorno es extremadamente demandante de talento. La cultura de empresa, las habilidades adquiridas, los valores y la persona toman un mayor protagonismo. Demandará directivos que sepan observar la realidad desde una nueva perspectiva sabiendo adaptar rápidamente y con eficacia los modelos de gestión tradicionales al nuevo escenario.

¡ Feliz Navidad para tod@s !

Directivos sin trabajo...¿Qué hacer?

Hoy voy a comer con dos buenos amigos míos, compañeros de la Escuela y, por tanto de profesión, que, por diferentes razones, hoy se encuentran sin trabajo.

Esta circunstancia que, hasta hace poco tiempo, era rara, se ha convertido en normal y nos puede pasar a cualquiera de nosotros - ¡funcionarios del mundo no os deis por aludidos! - en cualquier momento.

¿ Y qué se puede hacer cuando uno se queda sin empleo en los 50 ± 5 años, con una carrera superior, un máster y  más de 20 años de experiencia profesional ?

La respuesta no es fácil. Lo que sí tengo claro es que los “tiempos han cambiado” y las circunstancias no son las que eran hace muy poco tiempo.

Así, en mi opinión, los tiempos de los contratos fijos, con bonus, coche y, además, indemnización por despido se han acabado en la mayoría de los sectores, sobre todo, para los que ya somos veteranos.

Además, si nos contrataran ahora con esas “envidiables” condiciones, nuestro sueldo sería entre un 30% y un 40% inferior al que disfrutábamos en nuestro trabajo anterior.

Así la situación, las alternativas son pocas:

  • “Montarnos” por nuestra cuenta: La más atractiva, la que siempre quisimos hacer,…, pero. cuidado, ¿qué es lo que sabemos hacer mejor y diferente a los demás? Tampoco hay que olvidar que convertirnos en empresarios no tenemos por qué hacerlo solos…podemos tener socios tanto profesionales como, por supuesto, financieros. Depende mucho de las “ganas” que tengamos…
  • Trabajar para varios clientes: Esta es la mejor opción, actualmente, desde mi punto de vista. Podemos realizar proyectos/ consultoría / colaboraciones /… con varias empresas o instituciones: Desarrollando productos o mercados, impartiendo clases o conferencias, etc. Depende mucho del “networking” que hayamos desarrollado durante nuestra vida profesional.
  • Irse fuera de España a países menos “angustiados”. Esta decisión tiene mucho que ver con las responsabilidades familiares que cada uno tenga.
  • La cuarta vía consistente en dar la “paliza” a headhunters, contactos, etc. buscando un empleo fijo se puede mantener pero, en la actual coyuntura, le doy muy poca probabilidad de éxito.

Otra opinión que mantengo es que, en tiempos de crisis, se encuentran mejores oportunidades cuando eres un especialista que cuando eres un generalista…en las cuatro alternativas. Así, es más fácil encontrar trabajo si vienes, por ejemplo, de construir túneles que si has hecho proyectos “de todo un poco”.

Además, los que hemos trabajado en la gestión de equipos tenemos menos posibilidades que los que lo hayan hecho de forma autónoma.

Hay que tener en cuenta, por último, que este “segmento de desempleados” no es tenido en consideración por ningún gobierno o sindicato…porque, piensan, que ni les vamos a votar ni nos vamos a afiliar por mucho que hicieran.

Pero, finalmente, soy optimista, en el caso de mis dos compañeros de mesa de hoy como en los de otros en situación parecida. Un país, o mejor, una sociedad desarrollada, no puede dejar perder el conocimiento acumulado de los más experimentados y, de alguna manera, tendrá que articular una forma de utilizarlo y, lógicamente, retribuir por ello.

Game is over

Por mi profesión de ingeniero de caminos, tengo varios amigos trabajando en los sectores inmobiliario y de construcción de viviendas.

Desgraciadamente, algunos de ellos ya no tienen trabajo y han pasado a engrosar la plantilla de la mayor organización de España, el INEM, que cuenta con más de 4 millones de afiliados y, al que sigue de cerca en tamaño, la de los funcionarios de la Administración Pública, que ya supera los 3 millones.

Pues bien, uno de mis buenos amigos, Jesús, me contaba, la semana pasada, como había vivido él, y otros muchos, la evolución del sector inmobiliario en los últimos años.

Me contaba que había estado jugando al fútbol en la mejor liga del mundo: Grandes jugadores, multitud de partidos, grandes fichas y primas, etc. Mientras tanto, también había otras ligas: baloncesto, balonmano, etc., pero eran muy inferiores.

De repente, algo pasó y, hoy, no es que “su liga” haya perdido calidad e intensidad, no es que haya menos jugadores, no es que los contratos sean menores,….no, lo que pasa es que no hay liga: no hay jugadores, no hay balón y, ni siquiera, campo. Mientras, otras ligas de otros deportes, han reducido su tamaño e importancia, pero siguen jugando e incluso, alguna ha crecido como la de la tecnología (software, videojuegos,…)

Otras competiciones, también de gran importancia, han recibido multimillonarias ayudas del Estado que, con nuestros impuestos, ha decidido ayudar a determinados sectores como el bancario o el de la automoción.

En otras crisis pasadas, los empleados del sector inmobiliario habían seguido jugando, pero, en esta ocasión, la caída de todos los parámetros del sector ha sido tan brutal, que nos hemos olvidado hasta el "name of the game" que practicaban.

La cuestión fundamental, ahora mismo, ya no es lo que pasado, sino que se puede hacer para recuperar, al menos en parte, el empleo de un sector que se ha quedado en la ruina. Es difícil encontrar una solución, pues, además, los jugadores de esa “liga” no suscitan ninguna compasión por la fama que han adquirido de haberse “forrado”…y no digo que no sea verdad en el caso de algunos promotores, pero la mayoría de los empleados se han conformado con el sueldo que recibían.

Además de ser una industria muy intensiva en mano de obra y con gran cantidad de inmigrantes, la construcción conlleva la presencia y actuación de técnicos cualificados (arquitectos, ingenieros, topógrafos, etc.) que, en un número importante, han pasado a engrosar las listas del paro y todo su conocimiento se está perdiendo sin que nadie ponga remedio.

La solución pasa por el esfuerzo de todos los implicados: El Estado favoreciendo la construcción de infraestructuras, los bancos financiando a empresas y particulares, los colegios profesionales, pequeñas “mafias” inactivas durante la época buena y muy lentas en la reacción cuando la crisis nos “pilló”, ayudando a sus colegiados en dificultades, los sindicatos, hoy sólo preocupados por recibir subvenciones para que sus dirigentes vivan como reyes sin reclamar más que subsidios de paro, promoviendo una mayor flexibilidad para contratar y despedir y, por fin, los propios técnicos con disposición a cambiar de entorno, de sector y, si es necesario, de lugar de residencia o país.