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EL INTERMEDIARIO

Las matemáticas no mienten

Para los que trabajamos en empresas industriales que ejecutan obras con sus productos para las administraciones locales como cliente final, los fondos estatales, FEIL en 2009 y FEESL en 2010, aprobados para los ayuntamientos nos están ayudando a mejorar nuestros resultados.

En lo que ya no estamos tan de acuerdo es en los criterios aprobados para la adjudicación de los proyectos ni en las cifras que facilita el Gobierno para darse autobombo sobre el éxito ¿alcanzado?

Así, dice el ministro Chaves - ¡es increíble que este tío siga todavía ahí! - que con el FEIL se generaron, en 2009, 426.000 puestos de trabajo directos.

Por si no lo recordáis ese fondo estaba dotado con 8.000 millones de euros y estaba destinado a obras de diferente índole dentro de los municipios correspondientes.

Vamos a hacer unos números…

Si descontamos el IVA, incluido en la dotación, nos quedamos en 8.000 / 1,16 = 6.896 millones de euros.

Para los no versados en estos negocios, hay que descontar también el porcentaje de gastos generales y beneficio industrial que corresponde al contratista y que, normalmente es, sumando ambos conceptos, del 19%, por lo que nos quedan 6.896 / 1,19 = 5.795 millones de euros para ejecución material.

Si dividimos esta cifra por el número de trabajadores que el ministro menciona, nos encontramos con que el dinero gastado en cada puesto de trabajo ha sido de 5.795 / 426.000 = 13.600 euros por trabajador.

Como todos sabemos, el coste de la seguridad social representa, aproximadamente, un tercio del coste total, por lo que el sueldo bruto de cada trabajador sería: 13.600 / 3 = 9.070 euros.

Pero, amigos míos, habíamos quedado en que el FEIL era un fondo para hacer obras, por lo que son necesarios movimientos de tierras, materiales, etc. y, en la mayoría de las obras, el gasto de personal no representa ni el 25% del presupuesto de ejecución.

Luego, las cifras anteriores tendríamos que dividirlas, al menos, por 4, lo que nos dejaría un salario bruto por puesto de trabajo generado de unos 2.300 euros, lo que representa el trabajo de una persona, como mucho, de 3 meses.

¿Esto quiere decir que el ministro miente como tantas otras veces? Pues no exactamente... lo que ocurre es que hace los números como le conviene.

Lo que pasó fue lo siguiente: Como criterio de adjudicación puntuaba mucho la contratación de personas procedentes del paro; es decir, a más personas contratadas, más puntos en el concurso y el único justificante a presentar a la Administración era el contrato de trabajo.

La consecuencia inmediata fue que las empresas se han presentado a las licitaciones con mucho más personal del necesario y, así, por ejemplo, si para hacer una pista de pádel se necesitaba un equipo de 4 personas, la mayoría de empresas declararon en su oferta que la harían con un equipo de 15 ó 20.

Me diréis que esto habrá dado lugar a un incremento de coste que habrán tenido que asumir las constructoras porque no había posibilidad de gastar más que lo que el FEIL aportaba…Pues no, lo que se hacía era la pista de pádel con las 4 personas necesarias y al resto de los trabajadores “prometidos” se les contrataba por la mañana y se les despedía por la tarde, con un coste mínimo y, luego, se llevaban los contratos de alta y nadie preguntaba por cuando se había dado la baja.

Sólo algunos ayuntamientos más listos (o más honrados) han tomado como criterio de adjudicación las jornadas de trabajo en vez del número de trabajadores contratados.

Así que de 426.000 empleos, nada, porque muchos han durado menos de un día y, lógicamente, de sostenibilidad, palabra con la que se les llena la boca, menos.

Y es que como decía una canción de cuando yo era niño, Chaves nos quería convencer de el FEIL incluía hasta “un perrito que cantaba A-chi-li-pú”…

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