De zapatillas a bombillas

Se baja del coche y entra en el edificio de los Estudios Cinematográficos Las Cortes, donde va a dar la rueda de prensa. Perseguido por los paparazzi,  se dirige a su camerino y, allí, a la vista de todos, incorpora a su informal atuendo una corbata…Y es que la última vez, el director de los estudios le reprendió por no llevarla.

¡Ha nacido una estrella! Con aire de suficiencia, comienza su explicación de cómo vamos a ahorrar energía. Como una estrella anterior decidió regalar una zapatillas – recordemos a la ministra Trujillo y sus Keli Finder - él no va a ser menos y nos va a regalar unas bombillas… 105  millones de euros en bombillas más las comisiones que alguno se llevará.

Además, dice que va a reducir el límite de velocidad  un 20% en los accesos a las ciudades (supongo que no en hora punta, porque es difícil ir a menos velocidad), que no se podrá subir de 21° en invierno ni bajar de 26° en verano en los edificios climatizados de uso no residencial (supongo que la empresa que me tiene alquilada la oficina, me reducirá el precio del alquiler…), que haya cobertura  para móviles en el metro, que utilicemos la bici, etc.

Vamos, que nuestra nueva estrella quiere que tengamos una gallina ponedora en casa, cocinemos en un camping-gas, nos alumbremos con candiles y nos desplacemos en calesa.

Como todos habréis adivinado, estoy hablando de Miguel Sebastián, el ministro que está batiendo todos los records en enviar notas de prensa a los medios sobre todo lo que hace o deja de hacer…Es como si estuviera siempre “twiteando”…

Si analizamos, ahora en serio, las 31 medidas incluidas en el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética, presentado por el Ministerio de Industria y Energía, nos encontramos que, sólo al final, habla de disminuir las pérdidas en transporte y distribución de energía eléctrica. No dice cómo, aunque la mayoría de los expertos coinciden en que estas pérdidas están en el entorno del 20%.

Por otro lado, ni menciona la posibilidad de la energía nuclear…aunque compremos electricidad a Francia, que genera el 78% de su producción en centrales nucleares. Como consecuencia, perdemos una de las mayores ventajas de la energía nuclear, su precio.

Pero, claro…Don Miguel quiere ser siempre el bueno de la película y ya se sabe que la izquierda y las nucleares nunca se llevaron bien.