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EL INTERMEDIARIO

Me quedo con Hombres G

Como le ocurre a la mayoría de los padres, cuando voy en el coche con mis hijos, el poder sobre la música a escuchar, sule recaer en ellos. Afortunadamente, en los últimos años, la música que ha aparecido es bastante mala y, además, dura poco en el “candelero”. Por tanto, compruebo que, en muchos casos, las canciones que les gustan coinciden con las que me gustan a mí.

Uno de mis grupos favoritos es Hombres G (incluso, hace un par de años, fui a un concierto que dieron “a medias” con El Canto del Loco) y, también, es uno de los predilectos de mis hijos. Como no podía ser menos, una de sus canciones preferidas, es “Devuélveme a mi chica”, más conocida como la de “Sufre, mamón”. Por cierto, recuerdo que, cuando mi hijo tenía tres años, cantaba “Sufre, jamón”…

Pues bien, iba, hace unos días, escuchándola en el coche, cuando caí en la cuenta de que, hoy, la letra de la canción, sería criticada por multitud de colectivos e, incluso, podrían llegar a prohibirla. Veamos algunos versos…

Dice “voy a vengarme de ese marica”, con lo que, seguro, Zerolo y sus “zerolillos” estarían quejándose de que eran insultados, y “voy a llenarle el cuello de polvos pica pica”, que implica violencia que, aquellos, dirían que habría que considerarla “de género”.

En la segunda parte de la canción, habla de “le he quemado su jersey”, que acusaría a los Hombres G de pirómanos y de “voy a destrozarle el coche, lo tengo preparado, voy esta noche”, que les haría miembros, con premeditación, de la “kale borroka”, para terminar con “lo siento nene, vas a morir”, por lo que serían considerados como inductores de homicidios.

Por último, tanto en el título como en el estribillo, la frase “devuélveme a mi chica”, sería juzgada por las feministas como machista, pues, apuntarían que, considera a la mujer como un objeto que se quita, se devuelve, etc.

Mi reflexión es cómo ha cambiado la sociedad en los, aproximadamente, veinte años que tiene la canción. Como digo, hoy, probablemente, estaría cuestionada por multitud de minorías, pues podría llegar a pasar que al cantar “tiene un Ford Fiesta blanco”, los nacionalistas separatistas valencianos (afortunadamente, pocos) y, también, los independentistas catalanes (lamentablemente, muchos) que consideran a Valencia parte de Cataluña, se sentirían aludidos porque el Fiesta se fabricaba en Almusafes.

Tristemente, hoy se permite que en una película aparezca un guardia civil, encañonado por un etarra, mientras practica sexo oral. Y lo peor de todo es que esta ¿película? está subvencionada por la Junta de Andalucía y la de Castilla La Mancha.

Por esto y muchas otras cosas, grito fuerte, junto con mis hijos: ¡¡¡¡¡¡ VIVAN LOS  HOMBRES G!!!!!!

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