De blogger a leonés
Por fin, llegan las vacaciones de Semana Santa. Algunos las necesitarán más que otros, pero, indudablemente, a todos nos vienen bien.
A pesar de la crisis, que ya está aquí y, según muchos, va a quedarse un tiempo, “todo el mundo” se larga de la ciudad. Yo me digo si será que no hay ningún problema económico o…que la gente se va porque serán las últimas vacaciones en años.
Yo, como leonés, me voy a mis raíces a disfrutar de la sobriedad que impera en las procesiones con sus “papones pujando los pasos”. Para los no leoneses, traduzco... son los cofrades llevando a hombros las imágenes.
El otro aspecto importante, en León, es la parte gastronómica… Sólo de pensar en la cecina (la tradicional, de vaca, y la, menos conocida, pero, para mí, aún más sabrosa, de chivo), la lengua curada, el chorizo entrecocido, etc. me empieza a entrar un hambre tremenda.
Y, cómo no, iré a “matar unos judíos”...Que nadie se asuste, que esta tradición consiste en beber vasos de sangría (allí la llamamos limonada), yendo de bar en bar, con la equivalencia siguiente: 1 limonada = 1 judío. La zona más típica para esta “matanza” es el Barrio Húmedo, cercano a la catedral (la más bonita del mundo), lleno de bares y que, desde hace unos años, pasó a ser peatonal, con el consiguiente beneficio para actividades como la aquí descrita.
Y todo esto, lo haré en compañía de los amigos que todavía me quedan allí y, también, con los que, como yo, vuelven a León por estas fechas.
Por tanto, durante unos días, estaré sin escribir en el blog porque me voy, también, de “blogovacaciones”. Así que, temporalmente, dejaré de ser blogger para ejercer de leonés.
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