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EL INTERMEDIARIO

Crisis de personas vs. Crisis de empresas

Cuando el pronóstico meteorológico dice que va a llover hay  dos formas de “enfocar” la vida. Una es armarse de paraguas y chubasquero y salir a la calle a trabajar, divertirse o lo que toque en cada momento. La otra es quedarse en casa, esperando a que escampe y echar la culpa al mal tiempo de nuestra inactividad y/o aburrimiento.

En las crisis económicas, también hay dos formas de reaccionar. La primera es tomar medidas para paliar sus efectos, combatir la inflación, incentivar el consumo o lo que corresponda. Esto es lo que hacen los Estados Unidos, actuar, correr riesgos e intentar resolver los problemas.

La otra manera es la europea, agudizada en España, que consiste en no hacer nada, esperar que pase y echar la culpa a otros (en nuestros días, a las hipotecas “subprime” y al precio del petróleo).

Como decía, la cosa se agudiza en España, por el “analfabetismo” económico de Zapatero, unido al periodo electoral que hemos vivido. Hoy, sólo dos días después de las elecciones, dice Solbes que el crecimiento del PIB no será del 3% sino del 2,4% (y, para algunos como yo, esto sigue siendo optimista) y, tampoco, cumpliremos el objetivo de inflación. En resumen, las “mentiras” de ZP ya han comenzado a descubrirse.

Pero volviendo al desconocimiento y falta de medidas, parece que casi nadie se da cuenta de que nos enfrentamos a una crisis de personas y no empresarial.

Y es que, en mi opinión, salvo las empresas inmobiliarias y de construcción de viviendas y los sectores relacionados con ellas como los de los electrodomésticos o los muebles, no se vislumbran malos resultados generalizados. Por supuesto, la banca, como siempre que gobiernan los socialistas, tiene más beneficios que nunca.

Por el contrario, el paro que se va producir (la construcción es en sector intensivo en mano de obra, por lo que un millón de nuevos parados son probables), la alta inflación (como dice Pizarro, el impuesto de los más desfavorecidos) y el recorte del crédito bancario (recorte para los “humanos”, que lo bancos a Iberdrola o Gas Natural le van a seguir prestando) van a afectar directamente al bienestar de las familias.

Y mientras tanto ¿qué? Ante la imposibilidad de “tocar” la política monetaria, reservada al BCE (no olvidemos que el BCE sólo tiene el objetivo de controlar la inflación, frente a la FED americana que, además del anterior, tiene el de conseguir el pleno empleo…diferencia sustancial en épocas de crisis), sólo nos queda, a nivel nacional, la política fiscal. Y todo lo que le ha ocurrido a nuestro gobierno, es la “agresiva” medida de devolvernos 400 euros a cada contribuyente, aunque, ahora, ya no se dice ni cuándo ni cómo.

Por último, reflejar un síntoma claro de lo que digo. A mediodía, los restaurantes, al menos en Madrid, están llenos a rebosar…y es que a esa hora no paga nadie, lo hacen las empresas. A la hora de la cena, la situación cambia mucho y los locales están semivacíos.

Por todo ello, espero (aunque con muchas dudas) que, de una vez, el gobierno español se decida a salir a la calle, con paraguas, y “katiuskas” si hace falta, en vez, de quedarse en casa esperando a que el sol salga de nuevo.

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