Resaca feliz
Aunque con dificultades, los “intermediarios” resistimos la celebración de nuestra “Junta Anual” y, todavía hoy, al menos yo, estoy sometido a los efectos de una resaca, ya en vías de desaparecer, pero que no termina de irse…eso sí, es una resaca feliz porque es un precio bajo que se paga a cambio de unan fabulosa noche con amigos de verdad.
La reunión oficial, y digo oficial, porque algunos empezaron, por su cuenta, a la hora de comer y llegaron con hándicap +3 (copas, no golpes), se inició a las nueve de la noche con unas “cañitas” y posterior cena en el restaurante Gobolem. Hay que agradecer a Enrique, Ramón y Miguel Ángel, hermanos propietarios del local, la atención que nos brindaron así como el excelente “papeo” tanto en cantidad como en calidad. No en vano, nos conocen desde los tiempos en que éramos colegiales del Mendel (en la foto, para quien no haya tenido la suerte de vivir allí)
Después, de unos primeros “cubatitas” en el mismo Gobolem, nos trasladamos, a escasos 50 metros de allí, a un pub que, en nuestra época, se llamaba Galleys, y ahora es el After Nine, para ya entrar “en faena”. Allí Ricardo y Jacqueline nos trataron fenomenal, como siempre, y después de unos “tragos”, y ya cuando cerraba el local, entonamos la canción del Intermediario, así como, la no menos famosa de cuando andábamos por el Mendel, “Soi de Verdiciu”.
Entre los presentes, nuestro invitado de excepción, fue Manolo, el hombre que arreglaba todas las averías en nuestro querido colegio mayor, que a sus ¡82! años está igual que hace 30. Todos los demás, Antonio, Jesús, Luis, Perto, Eduardo, Marcos, Toncho, Jorge, Manolo, Javier, Fernando, Alfonso, Miguel, Serafo y yo mismo no estamos igual que hace 30, pero nuestra amistad está mejor que nunca. Por cierto, Marcos ha inaugurado su blog Marmos donde ya hay referencias al “evento de los eventos”
Yo, cada vez que tengo una reunión de éstas, rejuvenezco diez años, es un día en que sientes una felicidad y una alegría que pocas otras cosas dan. Como dice Toncho, “nos ahorramos una pasta en psicólogos”. Y es que, tener un grupo de amigos “colegiales” tan “conjuntado” y tan fiel es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
Todos coincidimos en que, de todas los encuentros que hemos tenido, el del sábado ha sido uno de las mejores…Y es que, quizá, con la edad, estas cenas de “amiguines” cada vez nos importan más y, por lo tanto, las disfrutamos más y no queremos que se terminen nunca y, como dijo Antonio, cuando eran más de las cinco de la mañana, “nos tomamos dos copas más y ya nos vamos”.
Sólo nos queda esperar a la próxima y a la próxima y a la próxima….¡Ojala hagamos muchas!
2 comentarios
Luis -
La verdad es que merece la pena el esfuerzo de reunirse con los antiguos compañeros del Colegio mayor.
La cantidad de recuerdos comunes hace que este tipo de cenas sean emotivas y entrañables
Estoy preparando un "documento gráfico" muy divertido...¡Ya lo verás!
Por cierto, también yo recuerdo los SP en Amsterdam...Estuve catándolos allá por el 77...¡Qué tiempos!
Leo Borj -
A ver si logro hacer lo mismo con los "ex" del Pío. De todas formas, para ir calentando motores, el lunes 16 nos vemos los ex-SP_Lovers (así nos autodenominábamos irónicamente) un grupo de españoles en ESTEC frente a la lista de correo (entonces no era como ahora) SP_Cake (De Space cake - en Amsterdam ...)
Bueno, al grano, enhorabuena y ya nos contarás si hubo que echar mano del famoso KIT del intermediario.