Juan es un señor
En estos días en que tanto se habla de la igualdad entre hombres y mujeres, que hasta tenemos una ministra de "Igualdad", me dice mi amigo Juan, compañero de máster, que muchas mujeres que él conoce están preocupadas por la actitud de los hombres por asuntos diferentes de los que la joven Bibiana parece interesarse.
La historia de Juan es bastante habitual. Se ha divorciado hace un par de años, con cuarenta y tantos de edad, tiene dos hijos y un buen trabajo con un sueldo razonable. Como es una persona honesta y cumplidora, llegó a un acuerdo con su antigua mujer de dejarla con los hijos en el piso común y pasarla una pensión para sus niños acorde con el nivel de vida que siempre habían tenido. Como, desde pequeño, le enseñaron que lo que se firma se cumple, todos los meses, puntualmente, ingresa las cantidades acordadas.
Pues bien, una de sus incógnitas cuando se divorció, era si tendría oportunidad de conocer alguna mujer que hiciera renacer la natural disposición del ser humano a vivir en pareja. Hace unos días tuve la oportunidad de tomar una “caña” con él y me contó la agradable sorpresa que se ha llevado. Como, además de ilustrativas sobre la sociedad actual, me parecieron graciosas sus consideraciones, las reproduzco aquí.
- Luis, -me dijo- me he convertido en un “ligón”…Yo que nunca me había caracterizado por tener éxito con las mujeres, estoy que me salgo. Tanto, que he empezado a hacer un estudio sobre las razones por las que me he convertido en un triunfador… Como nos decían en el IESE-recordaba- me he dedicado a buscar los “key success factors”…
Después de un amplio sorbo de cerveza, continuaba:
- Y lo que he encontrado en mi investigación es que la mayoría de los hombres maduros son “raros” para las mujeres y, por tanto, los pocos “normales” que quedamos tenemos todas las de ganar….
- Es muy dura la vida de una mujer, en el entorno de los “cuarenta” o más, que quiere rehacer su vida con un hombre diferente – concluía.
La teoría de Juan, según él corroborada por muchas mujeres, es que los hombres, desde el punto de vista de aquéllas que ya han pasado por un matrimonio o, simplemente, han llegado solteras a una edad madura, están incluidos en uno o varios de los siguientes grupos:
- Los “horteras” y los “buitres”: Subconjunto de tamaño amplio, integrado por “macarrillas” que ellas serían incapaces de enseñar a sus padres y “donjuanes” de tercera que reclaman “encamarse” la primera noche como algo normal.
- Los gays: Masa enorme y en crecimiento que queda descartada de salida por razones obvias. Sin olvidar que por cada uno que ves, hay otro…Ellos también tienen “novios” …
- Los misóginos: Unos sin motivo y otros, quizá, con ellos. Su frase favorita es “todas las tías son iguales” y, piensan que, es mucho mejor una buena juerga con los “colegas” del bar y, luego, si te apetece, vas a un “pay-per-view” y te dejas de problemas.
- Los pobres: Aquellos que ganaban, por ejemplo, 3.500 euros al mes (que está muy bien), su mujer otro tanto y ponían, cada uno, 1.000 para la hipoteca y vivían de “puta madre”. Ahora, el, ya ex - marido, sigue poniendo los 1.000 de la casa, otros 1.200 para los niños y con los 1.300 euros restantes tiene que alquilarse una casa, comer, etc. La consecuencia es que sale poco, paga menos y está, normalmente, amargado.
- Los “palizas”: Además, de los que ya lo eran, aparece una especie nueva que es el habitual padre español que, mientras estaba casado, “delegaba”, en una gran medida, la educación de los niños y demás temas infantiles y, que, sin embargo, ahora, en su nueva situación de padre despechado, coloca unos “LPs” infumables, estilo Emerson, Lake & Palmer, King Crimson o similar, sobre temas infantiles y lo buen padre que es. Normalmente, la situación se agrava porque la mujer que lo escucha tiene hijos en casa y el tema le aburre soberanamente.
- Los maleducados e ignorantes: No te abren la puerta, si te invitan a cenar, exigen que la mujer pague la vez siguiente, no leen ni un libro al año, hablan, sobre todo, de fútbol y NBA, su trabajo es muy importante mientras menosprecia el de los demás, etc.
- Los “normales”: Muy minoritario y, por tanto, muy solicitados por las féminas. Mi amigo Juan dice que pertenece a esta parte del universo masculino porque, simplemente, hace lo que siempre ha hecho: Tiene conversación variada, invita sin reclamar contraprestación, va bien vestido, no da el “coñazo”, ... vamos, que es un señor
Por supuesto, los hombres pordríamos, también, dividir a las mujeres de manera parecida, pero, los grupos resultantes serían completamente diferentes. Por todo ello, pienso que la igualdad de género, tan de moda en nuestra España actual, no llegará a temas sociales...afortunadamente, añado.
Creo que Juan tiene razón en muchas de sus apreciaciones, pero, la “muestra”, probablemente, no es suficiente y, además, en mi opinión, las estadísticas, en temas de relaciones humanas, no funcionan.
Que nadie se dé por ofendido/a con este “post” que sólo trata de dar una visión, no rigurosa, pero sí con cierta dosis de humor, de situaciones, en la mayoría de los casos, tristes y, en algunos, dramáticas.
0 comentarios