Una gilipollez y dos preguntas
Estamos, para mí, en la peor parte del año. Y es que durante el periodo que va desde principios de Noviembre hasta Navidad me siento, normalmente, más bajo de forma que en ningún otro momento.
La razón es la falta de luz…Durante muchos días vengo al trabajo de noche y me vuelvo a casa de noche. Para colmo, además, muchos días de otoño son grises e, incluso, con lluvia.
Claramente, yo prefiero la época contraria, allá por Junio y Julio, en la que uno se levanta de la cama de día y se acuesta, a veces, cuando todavía está anocheciendo.
Pero tengo amigos que opinan justo lo contrario, así que la solución no es fácil. Mi propuesta es adelantar una hora nuestros relojes y homologarnos al horario británico y portugués.
En mi opinión tiene mucho sentido, pues el meridiano de Londres (Greenwich para ser exacto) pasa por Barcelona por lo que la mayor parte de España queda al Oeste de dicho meridiano y, siendo consecuentes, nuestro horario debiera ser el mismo de los ingleses.
Esto permitiría que en invierno nos despertáramos “más de día” y en verano nos acostáramos “más de noche”. No sé si la mayoría apoyaría este cambio, pero, pienso, merecería la pena estudiarlo.
Además, tendría la ventaja adicional de que se acabaría con lo de “una hora menos en Canarias”, pues la hora peninsular coincidiría con la canaria.
Una vez expuesta mi idea, me doy cuenta de que es una gilipollez absoluta, porque, si se aplicara, en vez de tener un horario para toda la península pasaríamos a tener varios, pues los nacionalistas reclamarían poder decidir en su región con lo que el caos sería tremendo… Los boletines informativos de las radios empezarían con “son las tres en Madrid, las dos en La Coruña (perdón, los locutores usan la horterada de A Coruña), las 4 en Barcelona,…”
Por tanto, olvidemos propuestas “chorras” como ésta, no sea que nos distraigan de lo importante y, mientras tanto, yo seguiré entristeciéndome ligeramente todos los noviembres…
Cambiando de tema, mirando a la actualidad del día, no puedo resistir la tentación de dejar aquí dos preguntas que me parecen definitorias de la realidad española actual:
El gobierno catalán, a través del departamento que “dirige” Carod Rovira, concede 120.000 euros a Perpiñán para que rotule sus calles en catalán. ¿Qué pasaría si Gallardón destinara una cantidad similar para rotular en castellano las calles de Barcelona?
Cristina Almeida afirma que le dan ganas de quemar los libros de Cesar Vidal y Pío Moa. ¿qué pasaría si Álvarez del Manzano dijera que le gustaría quemar el libro de Rodríguez Ibarra?
Para mí, la respuesta a ambas preguntas es obvia: Nacionalista e izquierdas son sinónimos de demócrata, mientras que español y derechas lo son de fascista…. Por supuesto, tanto el alcalde madrileño actual como el anterior serían linchados por todos los medios de comunicación y expulsados de España. ¡Estoy harto de aguantar a todos esos progres que viven a costa nuestra toda su vida y, realmente, son los más fachas que hay!
Para olvidar los "rasgos arios" de la Almeida, os dejo aquí un antiguo video de una Cristina mucho más estetica: Rosenvinge
1 comentario
Luis -
Respecto a las declaraciones de Cristina Almeida, lo único que demuestra es su falta de cultura y su poco seso, ya que precisamente la historia lo que ha demostrado es que ese proceder fue mas del fascismo y que la izquierda europea tanto se quejo y se lamenta por aquellos hechos, lo que demuestra su calificación.
Finalmente diré que no merece la pena calificar al Sr. Carod Rovira por sus ideas geniales ya que ha de ser el mismo ciudadano de la comunidad Autónoma Catalana quien lo eligió y a quien a de dar explicaciones, ellos se la buscan ellos se la guisan, y mientras tanto la sanidad catalana con mas déficit y peor calidad de servicio.