Porcentajes perniciosos
La utilización “maligna” de números y porcentajes es una práctica habitual en nuestros gobernantes.
Deberían aprender de una vez que no siempre los porcentajes reflejan una realidad y, por tanto, deben ser usados con cuidado extremo.
Así, por ejemplo, para referirse a la inflación es correcto dar porcentajes, y decimos que los limones, en los últimos doce meses, han subido un 42% y no que su precio ha pasado de 1,60 a 2,25 euros. En cualquier caso, como sigan así, vamos a tener que tomarnos los gintonics sin la clásica rodaja del amarillo cítrico.
Otros datos pueden ser tratados de forma similar: los tipos de interés, el crecimiento del PIB, la cuota de mercado de un producto o empresa, etc.
Pero esto no vale para todo. Por ello, decimos que vamos a nuestro trabajo cinco días, de lunes a viernes y no el 71% de los días de la semana, o que jugamos un partido de tenis de dos horas y no que estuvimos dando raquetazos el 8,3% del día.
El problema es cuando la utilización indebida se aplica a casos mucho más sangrantes. El último, ocurrido ayer, es el del número de parados…¿Cómo puede decir el Presidente del Gobierno que “España presenta una de las tasas de paro más bajas de la historia”?
Vamos a ver, Sr. Zapatero, lo importante es que hay 2.818.026 desempleados en España, de los cuales, 192.558 que se han incorporado durante el pasado mes de Octubre…más de 6.000 diarios. La tasa de paro (por cierto, la más alta de Europa) es menos relevante, ya que la base (el total de la población activa) no es un número fijo, sino que va cambiando y, sobre todo, porque cada trabajador que pierde su empleo tiene sus propias circunstancias vitales de forma que no se les puede meter en un saco como si fueran manzanas.
Así que cuidado con usar porcentajes cuando intervienen personas… ¿qué le parecería al jefe del gobierno español si su mujer hubiera tenido un amante durante dos meses? Seguro que no muy bien, pero no tendría motivos para enfadarse, a la luz de su manipulación con los números, pues el romance habría durado menos del 1% del tiempo que llevan casados.
Así que lo primero es respetar el drama que están viviendo las personas que pierden su trabajo y, lo segundo, a la vista de lo que está ocurriendo, pienso, remedando a Reagan en la campaña electoral para las elecciones norteamericanas de 1980, que la crisis llegó cuando tu vecino perdió su empleo, la recesión se nota cuando tú pierdes tu empleo y la recuperación se iniciará cuando Zapatero pierda su empleo.
2 comentarios
Leo Borj -
lecedrol -