Medidas británicas...y una clase de gramática
En el Reino Unido, el Gobierno de Su Majestad, que encabeza Gordon Brown, anunció ayer, en Londres, por medio de su ministro de Economía, Alastair Darling un paquete de medidas para la reactivación del mercado inmobiliario.
Aquí, antes de entrar en explicaciones, va la clase de gramática que me ha salido por casualidad. Todos pensáis que el párrafo anterior está correctamente escrito, pero no es así. Según los “modernos” actuales que hablan en el Parlamento o en TV y siguiendo el modelo que utilizan cuando se refieren a Cataluña (dicen Girona, conseller, president, etc.), tendría que haberlo hecho de la forma siguiente: “En UK, Her Majesty’s Government, que encabeza el Prime Minister Gordon Brown, anunció ayer en London, por medio de su Chancellor of the Exchequer, Alastair Darling un paquete de medidas para la reactivación del mercado inmobiliario"
Volviendo al asunto que nos ocupa, las medidas están encaminadas a facilitar el acceso a la vivienda de los británicos e incluyen exenciones fiscales y ayudas en el pago de los préstamos hipotecarios. Entre las ayudas más sorprendentes, se encuentra la financiación a los hipotecados para evitar desahucios.
La ayuda fiscal más significativa es la supresión de un impuesto, llamado, en inglés, “stamp duty” para las viviendas con un precio de compra inferior a 175.000 libras (215.000 euros). Anteriormente, este precio mínimo para liquidar dicho impuesto era de 125.000 libras (153.000 euros). El coste para las arcas públicas estimado de esta medida será de unos 600 millones de libras (677 millones de euros).
Por su parte, la ministra de Comunidades Locales, Hazel Blears, hizo público que el Ejecutivo invertirá hasta 1.000 millones de libras (1.229 millones de euros) para facilitar las hipotecas a los compradores de primera vivienda y para evitar los desahucios de quienes no puedan devolver los intereses de sus préstamos.
De esa cantidad, 300 millones de libras (368 millones de euros) se destinarán a financiar, a partes iguales con las inmobiliarias, unos préstamos hipotecarios a cinco años e interés cero por el 30% del valor de la vivienda, de los que podrán beneficiarse quienes tengan unos ingresos menores de 60.000 libras (73.769 euros). Otros 400 millones de libras (491 millones de euros) se destinarán a incrementar la oferta de vivienda protegida, mientras que los 300 millones de libras (369 millones) restantes, a ayudar a quienes se enfrentan a desahucios.
Aunque los analistas coinciden en que estas medidas son insuficientes, hasta el punto que el editorial del Times de hoy, titula “Los males del mercado inmobiliario no se curan con tiritas”, la mayoría está de acuerdo en que la línea en la que van es la correcta.
Yo, desde mi modesta opinión, coincido en que las acciones a tomar desde el gobierno deben perseguir el apoyo a los más damnificados por esta crisis, es decir, los que acceden a su primera vivienda, los que no pueden devolver los créditos hipotecarios o los que compran las casas más baratas. Es decir, el Estado de comportarse como un amigo y, al menos, dar una pequeña ayuda como intentan los británicos.
Mientras, en España, nuestros políticos se dedican más a proteger a bancos e inmobiliarias que a ayudar a la gente que lo necesita… ¡Y presumen de medidas sociales!
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