Caminos sinuosos de unos de Caminos
El viernes pasado nos reunimos, a comer, siete buenos amigos que éramos compañeros en la Escuela de Caminos. Mantenemos muchos contactos bilaterales, pero, hacía tiempo, que no teníamos uno multilateral.
Ahí estaban Jesús, con mucha prisa porque se iba a esquiar el fin de semana, José, tan moderado como siempre y que tenía que “rematar” la organización del cumpleaños de su hija de ocho años con casi cuarenta amiguitos, Antonio, el hombre tranquilo, que es el único de nosotros que lleva en la misma empresa desde el principio, pero, que hace diez años, se fue cuatro a trabajar a Canadá y nos recordaba que allí, en Fredericton, (que así se llama la ciudad donde vivió) había trabajado a ¡cuarenta cinco grados bajo cero!.
Vinieron Pepe, desde Sevilla, que es el que menos se deja “ver” por Madrid, hablándonos de sus “chicas”, es decir, de su mujer y sus cuatro hijas, que sois unos mal pensados y Luis, desde Pamplona, el único empresario y con mil historias que contar como la de la deuda que mantiene con su empresa un ayuntamiento gobernado por ANV y que, cuando intenta cobrarles, le dicen que ellos, los de ANV, no están acostumbrados a pagar sino a cobrar…el impuesto revolucionario, se entiende.
Y, por fin, Fernando, con el que me veo más, que nos contó que ha decidido dejar la empresa donde trabaja y buscar otros horizontes profesionales... ya era hora, añado yo, tendría que haberlo hecho hace más de un año, pero…más vale tarde que nunca.
Y por supuesto, allí estuve yo. Mayor que ellos, pues tuve unos años, cuando era “juvenil”, que estudiaba poco y “salía” mucho, por lo que me alcanzaron en cuarto de carrera y que, además, de hablar de muchas cosas, les dije que me aplicaría en labor de cronista del encuentro.
Aunque, como digo, tocamos muchos temas, lo más comentado fue todo lo relacionado con nuestro presente y, sobre todo, futuro profesional. En mayor o menor medida, todos estamos afectados por las decisiones empresariales, por nuestros jefes directos, por el equipo que colabora con nosotros, etc.
Varias veces he escrito algún post sobre la “vida” en la empresa, pero considero que hay un asunto prioritario, cuando trabajas por cuenta ajena (en nuestro grupo de “old mates”, todos menos Luis), que es saber cuando ha llegado el momento de “salir” y pensar en otros “caminos”...nunca mejor dicho en nuestro caso. Así que os remito a mi post “Seguridad vs. Libertad”, en que escribía sobre ello.
Esta es la “mini-crónica” de una comida muy agradable y divertida que, por supuesto, nos comprometimos a repetir más asiduamente y, en la que dentro de las diversas opiniones que mantenemos sobre los diferentes aspectos de la vida, todos coincidimos, además de en otras muchas cosas, en que Zapatero no puede seguir ni un día más allá del nueve de Marzo si queremos que España vaya mejor.
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