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EL INTERMEDIARIO

No hay "badlands"

Vuelvo a Madrid después de dos días de trabajo en la Ciudad Condal. He descubierto, por casualidad, un sitio fabuloso para comer. Luego, me enteré que era bastante famoso y que, donde yo estuve, era ya el segundo local abierto por los mismos propietarios José Lombardero y Kate Preston.

Pues bien, el sitio se llama Taller de Tapas y en él puedes encontrar un montón de “mini-platos”, más que tapas, buenísimos. Con cuatro tapas y dos postres comimos perfectamente un compañero de trabajo y yo. Como ejemplo de lo que hay, os cuento lo que nosotros tomamos: ensaladilla, tortilla de patata con sobrasada, alcachofas rebozadas y chipirones, un postre cada uno y dos cervezas... y todo por 32 euros.

Como podéis imaginar con esta descripción, el “Taller” estaba lleno a rebosar, se levantaba una mesa e inmediatamente se ocupaba. La mayoría de las personas eran empleados de empresas de los alrededores (el que estuvimos está al lado de Rambla Catalunya) y, también, había algún que otro turista. Buen servicio y rapidez que, en mi caso, ayer, era importante son dos factores positivos más.

Mientras mi compañero de mesa me “cantaba” lo muy nacionalista que era él y todos los catalanes inteligentes y educados, me di cuenta que en ninguna de las mesas que nos rodeaban se hablaba catalán, sino castellano. Cuando se lo hice notar, argumentó que ahí era donde estaba el problema, porque, desde Madrid, estábamos “matando” el catalán. Después de esta acusación de “asesino de idiomas” y recordarme que ya se habían cansado (los catalanes, supongo) de ser solidarios (haciendo justicia al titular del artículo de  hoy de Casimiro García-Abadillo en El Mundo: “¿Solidaridad?. No, nacionalistas”, a propósito de la publicación por el BBVA de las balanzas fiscales interregionales donde se demuestra que Madrid ha aportado casi el doble que Cataluña al desarrollo de las demás regiones), pensé en que hablar de asuntos profesionales mejoraría la comida y así fue.

Así que, cuando vayáis por Barcelona los que no viváis allí, id a Taller de Tapas. No tardéis mucho, pues si se habla poco en catalán, su dominio es .com y su web está, sólo, en castellano e inglés puede que empiecen a denostarlo estos que se llaman nacionalistas y, que lo, que seguro, que no son es liberales.

Y hay que ir por allí con frecuencia y sentir que Barcelona es una ciudad fantástica porque no hay “badlands”, hay “ ????? people”  (Cada uno que ponga el adjetivo que quiera)

2 comentarios

Luis -

Gracias, Rafa, por tu aportación a la defensa de la gastronomía "de verdad".
Por otro lado, escribir "Rambla Catalunya" es consciente, pues es discutible si los nombres de calles se traducen o no. En principio, no (Park Lane, King's Road, etc), aunque hay alguna excepción (Avenida de los Campos Elíseos). Por ello, opté por dejar el nombre en catalán

Rafa -

Pues me ha costado un poco, pero al fin me decido a escribir algo: Respecto a lo del restaurante, enhorabuena, porque como una vez leí en un artículo de Antonio Burgos, todo se pega menos la hermosura, y "una ola de Bullimanía y Adrianitis invade a España entera". Donde menos se piensa salta la liebre y te encuentras que en un sitio que parece "serio" te sacuden un plato de forma extraña, retorcido, enorme, con algo más o menos en el centro que dicen ser para comer pero que no sabes ni lo que es y no me atrevo a preguntar, y con unas salpicaduras de un líquido viscoso de análisis imposible... Lo peor es que si vas con hambre te lo acabas por comer, y te sabe hasta bueno, o por lo menos hay que aparentarlo después de los 90 € por barba que se pagan de media; lo mismo que en el cuento de Andersen con el rey en paños menores porque la tela de su traje era mágica y solo la veían lo listos. ¡Viva la comida española de siempre! y dejémonos de inventos. Yo en Madrid recomiendo Botín, Lucio, Asador Donostiarra, etc, y otros muchos menos famosos y caros pero del mismo estilo.
En cuanto a lo del idioma he contrastado lo mismo. En la ciudad de Barcelona se habla mucho más español del que se puede pensar desde fuera, y eso demuestra que no hace falta atacar un idioma para defender otro. Ojalá yo supiese chino, aunque solo me sirviera para fardar un ratito con los amigos.
Y por favor, escribe Cataluña, con eñe de coño, aunque sea como nombre de Rambla, que yo también escribo "capital de Inglaterra: Londres"