Especie Unica: Directivo de Club
Iba ayer, en el coche, camino de casa y escuché a Javier Clemente criticar a los dirigentes actuales de los equipos de primera división, diciendo que no saben nada de fútbol. Esto me recordó opiniones que, tanto en medios de comunicación como en conversaciones de bar, se expresan sobre que no es necesario para ser presidente de un club de fútbol u otro deporte tener grandes conocimientos del “negocio” sino que lo que hace falta es ser un buen “gestor”.
Pues, por una vez, estoy de acuerdo con “Javi”…, aunque por motivos distintos. El lo decía, probablemente, porque no le contratan y yo porque los clubes deportivos, considerados como empresas, en su gran mayoría, tienen una cuenta de resultados muy variable (alta volatilidad, que dicen los “analistas”) en función de los resultados deportivos. Podríamos decir, que, tal como están hoy, un club es un “risky business”
A lo que voy es que en ningún otro sector se concibe un primer ejecutivo que no domine el negocio en el que está inmerso, salvo unas pocas excepciones. Porque como se va a “gestionar” (se supone que el gestor gestiona) algo que se desconoce. Nadie piensa que Emilio Botín no sabe de banca, Juan José Hidalgo de líneas aéreas o Rafael del Pino de construcción…sin embargo, se admite que el presidente del Real Madrid o del Barcelona no sepa nada de fútbol. A mí me enseñaron hace mucho tiempo, que conocer el sector, el negocio, el producto, etc. en que trabajas es condición necesaria, aunque no suficiente para dirigir una empresa.
Esta es una de las razones por la que nace la figura del “Director Técnico” que, en teoría, tiene poder absoluto sobre las decisiones deportivas, pero que, en la mayoría de ocasiones, hace lo que le dice su jefe. Además, habría que añadir la confusión entre “Jefe” y “Dueño” con la que actúan muchos de los directivos (Lopera en el Betis, Soler en el Valencia, …).
Pensando si hay casos de buena gestión basada en el conocimiento, me vienen muchos a la cabeza, aunque pocos en el fútbol español. Algunos ejemplos son, en fútbol, el Bayern Munich de Rumenigge, Beckenbauer y Hoeness, la mayoría de los ingleses como el Manchester United de Ferguson, el Liverpool de Benítez o el Arsenal de Wenger o, en España, el Villarreal de Pellegrini. ( El Real Madrid de Florentino en su primera “legislatura” fue una excepción, ya que Valdano actuó como verdadero “primer ejecutivo”, mientras él concentraba sus esfuerzos en la recalificación de la antigua Ciudad Deportiva). En baloncesto, se me ocurren el Tau de Querejeta o el Joventut de Villacampa.
Por supuesto, los equipos de las grandes ligas americanas (NBA, NFL, MLB, …) funcionan de forma profesional donde el dueño del equipo sólo tiene derecho, en términos del día a día, a ver los partidos desde un palco y la gestión está en manos de directivos que “manejan” como una empresa de cualquier otro sector.
Es verdad que en España ocurre un fenómeno que también comentaba Javi Clemente. Y es que personas con una brillante trayectoria profesional o con una gran fortuna económica consiguen, a través de la presidencia de un club, privilegios, que nunca habían tenido anteriormente, como que el alcalde de su ciudad les reciba “en cinco minutos”, el asistir a cualquier acto relevante que se celebre (conciertos, recepciones, etc.) o, simplemente, el que su opinión política sea considerada como relevante.
La conclusión es que muchos de los clubes deportivos, en España, están mal gestionados por lo que sus resultados, en el momento en que “la pelotita no entra”, se van a la ruina. Y aquellos llamados “grandes”, que producen todos los años importantes beneficios, tienen un potencial mucho mayor, como muchos estudios realizados por diferentes consultoras y escuelas de negocios confirman.
Por supuesto que la estructura del sector “deportes” (de acuerdo, con el análisis de Michael Porter) necesita evolucionar, pero, para ello, es necesario que los equipos directivos de los líderes estén a la altura y quieran hacerlo. No veo que los Calderón, Laporta, Del Nido, etc. sean las personas que van a modernizar el negocio en la línea “NBA” que, para muchos como yo, sería la correcta.
En cualquier caso, espero el “clásico” del domingo próximo con ilusión…cantando ¡Hala Madrid!
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