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EL INTERMEDIARIO

Lágrimas por los hijos

Durante todo el año, pero, especialmente, durante las vacaciones de verano, se producen unas situaciones injustas que habría que denunciar para que la sociedad las conozca.

Y es que es uno de los “momentos negros” del año para muchos padres divorciados. La historia es, más o menos, como sigue:

La madre, que tiene la custodia de los hijos en la gran mayoría de los casos, elige la primera mitad de las vacaciones para que los menores estén con ella. Durante esta primera parte (finales de Junio y mes de Julio) los niños son enviados a diferentes campamentos dentro o fuera de España, en muchos casos pagados conjuntamente con el padre (son gastos extra a compartir), por lo que la madre disfruta de unas cómodas vacaciones.

Cuando llega la segunda mitad (mes de Agosto), el padre se prepara para pasar el periodo más largo del año junto con sus hijos. Para ello, alquila una casa en la playa o reserva una estancia en un hotel, contrata servicio doméstico (el resto del año, no puede tenerlo, pues entre la pensión, la hipoteca de la casa donde vive su mujer con los niños, el alquiler de su propia casa, etc. no hay presupuesto que lo permita), compra (aunque no se a su obligación) ropa nueva para sus hijos (su ex mujer se los manda, normalmente, con “harapos”), etc.

En resumen, pone toda su ilusión  (y su “pasta”) en esas 4 ó 5 semanas que va a pasar con sus hijos.

Pues bien, en no pocas ocasiones, cuando va a recoger a sus hijos al domicilio de la madre, se encuentra con que no se los dan o, simplemente, están en paradero desconocido.

Ante esa situación, no le queda más remedio que irse  a denunciar el incumplimiento, por parte de la madre, del acuerdo de divorcio (firmado por ambos progenitores).

Ante esta situación, qué hace la justicia…Pues, básicamente, nada. Como los hijos están con la madre, no es ningún delito y “saltarse a la torera” el convenio de divorcio es una simple falta. Por ello, se verá en el tribunal correspondiente tres o cuatro meses más tarde y, lo más probable, es que a lo máximo que llegue el juez es a amonestar a la madre diciéndole que no lo vuelva a hacer.

Y ahí se queda el padre con todo contratado y, muchas veces, pagado y sin solución...y. lo que es mucho peor, triste y llorando por sus hijos.

Eso sí, como hasta nuestro presidente se define como feminista, si el caso es al contrario, es decir, el padre pasa la primera mitad de las vacaciones estivales con sus hijos y no los devuelve a su madre en la fecha acordada, es perseguido por la policía como un delincuente y, como me decía un amigo, es muy probable que pase la noche en “La Modelo”.

A la vista de esto que aquí relato, tengo que decir que la Justicia no funciona en España…o, mejor dicho, que es demasiado lenta, pues en casos como el expuesto, la solución llega demasiado tarde… Ayer, por ejemplo, me contaban de un padre que lleva 14 meses sin ver a su hijo, pues cuando le corresponde, va a recogerle, la madre no se lo entrega, la denuncia, tres meses después, el juez la amonesta, pero al siguiente fin de semana tampoco se lo entrega y así sucesivamente.

Ya es hora de modificar la legislación, e igualar a padres y madres en sus derechos sobre sus hijos…y es que, muchos, estamos hasta los huevos, de “bibianas”, “pajines “ y demás analfabetas cuyo objetivo en la vida es “joder” a los hombres, pero, eso sí, vivir de ellos al igual que muchas de las madres que separan a sus hijos de su padre.

2 comentarios

Vicente Mtnez. de Carvajal Parejo -

Lo peor de las hijas de puta estas es lo tiene que soportar mi amigo Félix: Cuando lleva de vuelta a sus hijos a la casa que él pagó, y en la que estos viven con su madre (la ex de mi amigo);y está allí, sentado en su antígüo sillón, el nuevo amiguito de esta.
Por cierto, la ex mujer de Félix lo dejó una noche de fin de año sin ninguna explicación.

Carlos César Alvarez -

No sólo joden a los hombres: son tan necias que no se dan cuenta de que detrás de cada padre que no puede ver a sus hijos suele haber una abuela que no ve a sus nietos, unas tías que no ven a sus sobrinos, etc.