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EL INTERMEDIARIO

Fraude en la empresa: Cuidemos la motivación

Leo un estudio de PWC sobre los fraudes económicos sufridos por las empresas y perpetrados por sus propios empleados. Me asombra y me asusta ver que casi la mitad de las más de 5.000 compañías encuestadas reconoce haber sido estafadas en los dos últimos años.

En dicho informe se dicen las razones más habituales para cometer el delito tales como, por parte del empleado, la avaricia, un modo de vida derrochador,o el poco compromiso con la empresa y, por prte de la empresa, la falta de controles o la ética poco clara. Como corresponde a este tipo de empresas consultoras, tienen una metodología excelente y su análisis del tema es exhaustivo, pero no se “mojan” en como solucionar, al menos en parte, el problema. Puede ser por dos razones: Porque no saben o porque si quieres que te lo “arreglen”, te cobran por ello.

Yo que llevo unos pocos meses en una empresa que había sufrido problemas importantes de este tipo, os puedo contar algo de lo que he vivido.

Una de las cosas que dice el estudio es que, normalmente, las acciones emprendidas contra los altos cargos suelen ser menos severas que contra el resto de empleados. En mi caso, no fue así. Despedimos a los de arriba y a los de abajo (obvio), pero sólo hemos demandado ante los tribunales a los de arriba porque la cantidad de dinero que se llevaron (o intentaron llevarse) era mayor y porque son más culpables. Esto se explica porque (y el informe de PWC no lo dice) cuando un empleado ve a su jefe cometiendo delitos de este tipo, se siente más incitado a hacer lo mismo. Por supuesto, si uno es honrado no ocurrirá, pero, como dice PWC; una de las causas para estafar a la empresa es la incapacidad de resistir la tentación.

Todavía más importante ha sido crear, lo que comúnmente se llama, espíritu de equipo. Esta frase que aparece casi a diario en los periódicos deportivos tiene una implicación en los resultados, económicos y de todo tipo, tremenda.

Siempre tengo en la cabeza, las enseñanzas que recibí, en mi, ya lejano en el tiempo, paso por el IESE, de los profesores de Dirección de RRHH, que siguiendo al, ya tristemente fallecido, Juan Antonio Pérez López sobre cómo gestionar las organizaciones en función de motivaciones de las personas. Decía que nos movemos a actuar por tres motivos: Primero, por los incentivos que recibimos por parte de los demás (sueldo, felicitaciones, …), segundo por el efecto que produce en nosotros mismos (satisfacción, aprendizaje, …) y tercero por los resultados que provoca en otras personas (la ayuda que se presta a un cliente, lo que enseñamos a un compañero más inexperto, …). Esta última se llama motivación trascendente, frente a las dos primeras llamadas, respectivamente, extrínseca e intrínseca.

Sólo en el caso que estén presentes las tres motivaciones en una organización se podrá decir que existe un buen “espíritu de equipo”. Pensemos que aquello a lo que es menos indiferente una persona en su trabajo es al “ambiente”, al trato humano que se da en una empresa. Y, aquí, en mi actual empresa, estamos consiguiéndolo…Y de ello, nos sentimos todavía más orgullosos que de la gran mejora que hemos conseguido en los resultados económicos y es que, aunque muchos no lo crean, esa mejora es una consecuencia de lo primero.

Para terminar, os diré que cuando hablamos de la “calidad humana” de la gente nos estamos refiriendo a la “cantidad” de motivos trascendentes con los que actúa. Así, está claro que quien roba o estafa a su empresa tiene muy pocos de éstos. En el otro extremo, estarían personas como los misioneros, muchos médicos de ONG, etc. Algún día analizaremos en que “zona” del espectro de calidad se mueven nuestro políticos…Creo que, la mayoría, no saldrán muy bien parados

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